viernes, 20 de septiembre de 2013

Claman ayuda a EPN



“Señor Presidente, la gente se está muriendo de hambre en el poblado de la Nueva Revolución”, le gritaron a Enrique Peña Nieto cuando llegó al albergue Cici, en la colonia Renacimiento. Eran treinta personas que estaban en la calle, afuera de las rejas, esperando hablar con él.
El mandatario caminó hasta la reja y le dijeron: “Ustedes dicen que ya fueron, pero no han ido al poblado de la Nueva Revolución a ayudarle a la gente”, le dijo un joven al Presidente, así como al secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y a la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, que estaban allí.
¿Dónde está la Nueva Revolución? Yo no soy de aquí”, les preguntó la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, a dos señoras y un señor que, desesperados, le pedían ayuda para sus familiares.
Está del lado de la Sabana...la gente no tiene ropa, no tiene comida, no tiene nada; nosotros, de parte de la parroquia, les estamos ayudando como podemos”, respondió otra de las señoras.
A una de las señoras que estaban abogando por la gente de la comunidad Nueva Revolución, Elicea Reyes Hernández, el oficial del Estado Mayor Presidencial la dejó entrar al patio del albergue y entonces le dijo al secretario Osorio Chong: “No les ha llegado absolutamente nada, nosotros venimos ahorita de la Nueva Revolución. Les llevamos comida, porque necesitan comida, ropa, alimento... se está muriendo la gente”.
Y los robos están  a la orden del día:  “En la entrada a la Sabana, el puente que está en la Sabana para entrar a la frontera, nombre... está lleno de malandrines, carro que va entrando...carro que están saqueando allí”.
Rosario Robles llamó a una de sus asistentes que anotó el nombre, el teléfono de la señora y fue anotando lo que necesitan en la comunidad.
Otra señora le dijo al Presidente “sigue habiendo pueblos incomunicados, a nosotros que somos de allá nos duele porque no podemos salir para allá”.
Estamos llegando nosotros con helicópteros” dijo el presidente Peña Nieto, a lo que el señor le respondió implorando “por favor, por favor ayuden a nuestra gente”.
Con viudas y huérfanos de La Pintada
Más tarde, el mandatario entró al albergue donde están mil 200 personas, 700 del poblado de La Pintada, y los demás de otras comunidades.
Estaban las viudas y huérfanos de los fallecidos, mujeres, jóvenes, niños y hombres con rostro de desolación. Algunos le preguntaron: “¿Qué va a pasar con nuestras comunidades, con nuestras casas?”.
A ellos el Presidente les dijo: “En el caso de La Pintada prácticamente es una comunidad que vamos a reubicar, por el riesgo al que está expuesta, porque está al pie del cerro, en buena parte derruido, y por ese reblandecimiento de la tierra que prácticamente sepultará a esta población”.
A los cientos de señoras,  menores de cinco años, algunos que jugaban sobre el piso, las escaleras o unos cartones sobre los que están las colchonetas les anunció: “Lo primero que estamos haciendo es poniendo a salvo a la gente para que tengan el suministro de alimentos, de agua, de ropa u puedan estar a salvo, sobre todo aquellos que lo perdieron todo y aquellos que no han podido regresar a sus casas”.
También les dijo que ya se empezó a hacer un censo en las zonas donde ya bajó el agua para hacer un cálculo de las pérdidas totales, para después iniciar un programa de reconstrucción de casas. Al salir del albergue, el Presidente se encontró con un joven de 17 años que llevaba una camiseta sin mangas. Era muy delgado y tenía lágrimas en los ojos.
Señor Presidente, acabo de perder a mi padre. Se llama Margarito Hernández. Y perdí a mi hermano y a mi cuñada”.
Y siguió narrando su historia: “Busco a mi hermanita y a mi mamá. Me quedé solo, en mi casa. No puedo hacer nada. Estamos de luto. La mayoría del pueblo perdimos a nuestra familia”.
Ante el testimonio del joven de La Pintada, el presidente Peña Nieto respondió: “A ver. Venimos hoy a comprometer aquí esta ayuda, este apoyo. Por eso les he expresado a todos ustedes mi solidaridad y mi pesar realmente por lo ocurrido”.
El mandatario dijo que las autoridades están trabajando lo más rápido posible, pero también le pidió paciencia a la gente.

“Vi cómo ‘volaba’ el cerro”
Todo se quedó bajo el lodo en La Pintada. Mis vecinos, todos, se fueron con el derrumbe”. Con voz entrecortada la señora Reyna García Botello, habitante de la zona centro del poblado La Pintada, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, narra cómo dos derrumbes de un cerro arrasaron el centro de comunidad.
De acuerdo con la señora García, el primer deslave ocurrió a las 16:30 horas, y el segundo a las 20:30 de la noche, del lunes 16 de septiembre, luego de más de 48 horas de lluvias generadas por la tormenta tropical Manuel.
En entrevista con Martín Espinosa, para Grupo Imagen Multimedia, la señora García Botello afirmó que en el lugar donde cayeron cientos de toneladas de lodo “vivían entre 79  y 80 personas, más las que pudieron estar de visita”, por lo que la cifra de personas desaparecidas sería mayor a las 68 que reportan las autoridades federales.
Llovió mucho, había un corte de un cerro, que se reblandeció y se vino sobre el pueblo”.
Ahí, agregó, “se encontraban casas de dos pisos, las iglesias del pueblo, escuelas, un jardín de niños y el auditorio, y todo quedó sepultado”.
“Yo estaba en mi casa, la única que quedó, todas las de los vecinos se fueron debajo del lodo. Alcancé a ver cómo el cerro ‘volaba’ y le grité a mi esposo que ya el cerro se venía, pero cuando salimos al patio ya estaba todo cubierto: las casas, las iglesias que estaban en un cerrito, todo se vino abajo”, detalló García Botello, quien junto con su esposo, el señor Adán Catalán, y otras 280 personas fueron rescatadas ayer por la Policía Federal, por medio de helicóptero, y fueron trasladados al Centro de Convenciones de Acapulco.
Le dieron prioridad, dijo, a mujeres, embarazadas y niños. Sin embargo, puntualizó, “aún hay gente en La Pintada, que ya padece la falta de alimentos y de agua potable” por lo que lanzó un llamado de auxilio a las autoridades.
Dijo que “nadie se ha presentado, sólo este helicóptero de la Federal”, pero, aseguró que ni las autoridades del municipio de Atoyac, ni las estatales “han acudido a auxiliar a la población”.
Le pido a las autoridades que nos ayuden, al presidente municipal de Atoyac, que manden a reparar todo eso. No ha llegado ayuda del ayuntamiento, sólo fue aquí de Acapulco.  Pero hay muchos que están bajo el lodo, otros incomunicados, por un lado y por otro”, lamentó.
“No quedó un puente en pie”
Así como La Pintada, ubicada en la zona cafetalera de Guerrero, otros poblados cercanos, como El Paraíso, El Edén y El Tambor, por donde baja una afluente que va a dar al Río Coyuca, afirmó Reyna García Botello, se encuentran severamente golpeados por las lluvias que dejara la tormenta tropical Manuel, además de que están incomunicados porque “no quedó un solo puente en pie”.
El Edén, de cerca de mil habitantes,  agregó, está más arriba de La Pintada, y “en estos dos pueblos pasa el río que llega a Coyuca; en el Edén viven más de mil personas y seguro están en la misma situación, temiendo que se les vengan los cerros encima”.
Aseguró que desde el lunes la población de El Tambor, de cerca de 400,  bajó hacia El Edén, que al igual que La Pintada, se quedó sin luz, agua ni víveres para que la gente coma. En El Paraíso no quedó un solo puente en pie, aseguró.
En La Pintada, agregó “aún hay familias que no se llevó el río ni la tierra y aún están allá, y necesitan comida, además de las personas que están llegando para darles sepultura a quienes han logrado sacar de debajo de los escombros”.

Segob teme daños mayores por deslaves
En el poblado de La Pintada, municipio de Atoyac, donde un alud se llevó 80 casas, hay 68 desaparecidos y se han encontrado dos cadáveres, dijo ayer en conferencia de prensa el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Por su parte, el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, informó que ya son 97 los fallecidos tras el paso devastador de las tormentas Ingrid Manuel.
Guerrero sigue siendo el estado más afectado, por lo que ayer el presidente Peña Nieto realizó un recorrido por Acapulco para coordinar los esfuerzos de atención a víctimas y reconstrucción.
En conferencia de prensa, en la que participó el presidente Peña, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, entre otros funcionarios, Osorio Chong dio a conocer que en las últimas horas ha habido un sinnúmero de denuncias de ciudadanos, quienes informan que hay muchos desaparecidos a causa de los deslaves en la sierra.
Se ha encontrado en varios otros lugares una cantidad importante de deslaves, porque entre más agua existe, no importa si es carretera, con que haya montaña o cerro se ve una cantidad impresionante de deslaves que afecta a poblados. Por eso tenemos señalamientos de desparecidos”, afirmó el funcionario, quien no aclaró cuántos casos hay en el país.
Explicó que “hay riesgos en muchos lugares de desgajamientos”  y mostró un video donde se observa la devastación que ocurrió en La Pintada.
Detalló que la corriente del río del lugar creció cuatro  metros por encima de su cauce normal, lo que provocó la tragedia. Sobre las razones por las que no ha sido desalojada toda la gente, informó  que “están con la esperanza de rescatar a sus familiares. No va a ser fácil, va a llevar algunos dias”.
Explicó que a algunas comunidades sólo se puede entrar por aire y ha sido imposible llegar a algunos municipios. A esos municipios irán hasta hoy.
Advirtió que del lado derecho del cerro en Atoyac aún hay riesgo de desgajamiento, y explicó que hay 17 obstrucciones al camino en la carretera de Acapulco a La Pintada.
Cancela gira internacional
Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto insistió en que la situación climatológica que sufre el país es totalmente inédita.
Y tambien habló de que las autoridades están llegando a los poblados a donde las condiciones climatológicas lo permiten.
Se han establecido centros de atención regional en Altamirano, en Tlapa y en algunas otras partes de la mañana para atender a las comunidadesque han resultado afectadas”, dijo.
Peña Nieto anunció que suspendió su participación en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), prevista para la próxima semana, para mantenerse al tanto de la atención a la población afectada por los fenómenos climatológicos Ingrid y Manuel.
El Ejecutivo federal advirtió que para su gobierno es una condición de alta prioridad permanecer en atención puntual y seguimiento a todas las acciones que se vienen desplegando para auxilio de la población.
En su mensaje en las instalaciones de la Octava Zona Naval, el mandatario informó que ante la condición extraordinaria que se vive en el país por las condiciones hidrometeorológicas, decidió suspender la gira internacional que iba a realizar a Nueva York.

Lucio tuvo bases en La Pintada
La Pintada era uno de los barrios que formaban parte de la ruta que los guerrilleros de Lucio Cabañas usaban a finales de los sesentas y principios de los setenta para subir y bajar la sierra del estado de Guerrero, ya fuera para escabullirse del Ejército y la policías o bien para organizar a las comunidades.
En La Pintada teníamos bases de apoyo; tuvimos comités de barrios organizados, que nos ayudaban a la labores de abastecimiento y la línea de información”, recuerda Saúl López de la Torre, ex guerrillero, que pasó cuatro años en la cárcel por pertenecer al grupo de Lucio Cabañas.
Ahora, La Pintada, que debe su nombre a un río del mismo nombre, prácticamente ha desaparecido debido al desgajamiento del cerro, a consecuencia de las torrenciales lluvias de la tormenta tropical Manuel.
“Yo anduve en esa zona de la sierra. Hasta donde me acuerdo, no es un sitio muy elevado, está cerca de la costa, subiendo por Atoyac. Pasábamos muy seguido por ahí cuando íbamos rumbo al campamento y también por un barrio que se llamaba San Martín, no sé si siga existiendo”, recordó López de la Torre.
López de la Torre, autor de Guerras Secretas La Casa de Bambú, que la próxima semana presentará en una feria del libro en la Universidad Autónoma de Chiapas, de donde es originario, recuerda que entre 1969 y 1973, antes de caer en la cárcel, caminó por La Pintada.
El ex guerrillero, que estudió en la normal de rural de Mactumactzá, señaló que La Pintada era considerada por  los guerrilleros como el tobillo de la sierra, porque el Filo Mayor era la cabeza.
“En La Pintada, como en todos los otros barrios de la sierra había gente pobre, pero todos dispuestos a la rebeldía y levantarse en armas. Salvo dos o tres cabrones por ahí, que eran caciquillos que explotaban a la gente, la mayoría de las personas vivía en condiciones muy precarias, estamos hablando de casas muy humildes, casas jodidas”.
Saúl López recordó que él era el encargado de organizar los comités de barrios de la guerrilla de Lucio Cabañas. “Yo anduve recorriendo todos esos lugares con una brigada de tres cuatro cabrones, uno de ellos Ramiro, que se hizo famoso porque apareció muerto al lado de Lucio cuando todo acabó.
Nuestro principal trabajo era contener el deseo que la gente tenía por levantarse. Era una ansiedad de pelear grande. Esto que digo es muy importante entenderlo para analizar lo que sucede ahora”, afirma el ex combatiente.

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